viernes, 4 de diciembre de 2015

6-D


En una insidiosa alegoría;
se juntaron bajo de un árbol de Samán de Güere,
el muy noble les proveyó la sombra del pensar
y allí:
como Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis;
decidieron: victorias, guerras, hambre y muerte
como si les perteneciera nuestro pasivo destino…
y así; despojarnos de cada migaja de nuestro ser:
Nuestra bandera con flamantes 7 estrellas;
mi hermano corriendo en el extranjero;
Nuestro maestro impulsor de ganas;
mi escuela que pena entre las sombras;
Nuestro escudo en el recuerdo del recreo;
mi frontera hecha enemiga;
Nuestra madre que fenece en el llanto;
mi tío el bonachón;
Nuestros medios de recreación de décadas;
mi ejemplar padre saturado de defectos;
Nuestras históricas fechas de América;
mi abuela pisoteada por las ganas de comer;
Nuestra arepa con queso, sello de la casa;
mi risa de hombre común por nuestras calles;
Nuestro amigo mas cercano;
mi vecino salvador de sal;
Nuestro párroco de domingo;
mi novia esfumándosele el alma en la calzada;
Y en una exégesis;
hoy no sé:
¡O yo no estoy o son los míos que se fueron!

viernes, 27 de noviembre de 2015

Prisionero de conciencia

Vestido de blanco caminé las calles de nafta.
No era un ángel; ¡no era un ejército de ángeles!
Era un hombre; ¡no era un ejército de hombres!

A la memoria vienen los años
de camisas de cuadros
y aquellos magnos anteojos 
que daban proporciones;
de lo que serían mis sueños terrenales.

En el desperdicio y hastío de los días
logré ver la auténtica cara de los amigos,
pues, siempre la careta contra las lacrimógenas,
empañaban la visión del corazón…

Fui acorralado en una emboscada de truhanes
hablaron con las palabras de la ignominia
hicieron la fiesta de Sodoma y Gomorra
invitaron al Diablo que ofrecía la añagaza sonrisa.

Y allí:
Entre contradicciones y hechos inexactos,
celebraron el inejecutable fallo.

Ahora entre cuatro paredes llevo a mi familia
enclavada con su inocente sonrisa de foto… que,
forja en este recinto una llanura de esperanza.

Vi a mi padre domar el llanto con la dignidad,
y a mi madre en una lágrima hecha bondad.

En un discurso que acurruca al miedo,
enfrente sin preeminencia a mis acusadores que,
hacen antónimo de democrático a inocente.

A mi lado; la mano de mi sagrado amor.
Delante de mí; la multitud con ojos de libertad y,
¡gerifaltes a la distancia!; 
los que acortarían mi aire…
Pero detrás de mis hombros; 
“Martí” libertario.

No habrá noches que compensen 
la distancia con mis hijos,
ni bandera que abrigue 
los cuerpos de los mártires.
No habrá venganza… ¡pero si justicia!

martes, 17 de noviembre de 2015

Apólogo

Cuántos huidos, cuántos se marcharon del Parque…
¡llegó el Lobo!, y no sabíamos qué imaginar.
Habíamos sido tan felices sobre esas ramas verdemar
que jamás nos preocupamos por aprender a volar.
¡Cuántos se han ido!, la vista pierde el conteo
miro al cielo para rogar que regresen y,
los truenos me escuchan y las alturas se nublan.
No disipo la esperanza para contarlos cuando entren
por estas inmensas tranqueras del  Parque…
No puedo creer cuántos se han andado.
Subo a una de las ramas y me encuentro;
con sal de lágrimas…
Escalo hacia otra de las ramas y me encuentro;
con su centro roto…
Sigo a las alturas y reconozco el encuentro;
con la sangre de los míos…
Acelerado salto alto hasta una rama grande y gruesa
donde encuentro grabado los nombres de los desaparecidos.
Llego a la cúspide triste y encuentro en el horizonte; 
que el éxodo camina sin esperanza
y en la afluencia de aquél desaliento encuentro
un semblante conocido… ¡y ése!… soy yo.

viernes, 23 de enero de 2015

El semejante verde



 
Entre soleadas arañas de hormigones,
a la distancia se entrevé tu soliviantada silueta.



En forma de oruga te avecinas y no te reconozco;
marchas en la quietud de la vistosa contracción,
eres simplemente una bandera anónima
donde tu empuñado símbolo me representa.



Se tiñe el cielo con el indivisible himno de ecos
y reverbera en un momento la confusión;
¡pasos civiles!, ¡pasos firmes!, ¡pasos seguros!
y me desconcierta tan inmensa bravura.



Lo que no imaginas es a que te enfrentas;
¡recula, que tienes tiempo de asilar tu sangre!
¡¿no me escuchas?!, ¡te estoy hablando!



La pasión y la indignación te subyugan
en su espíritu hay resolución de lo incierto,



¿cómo logra ahuyentar los temores de su cuerpo?,
¿cómo?, ¿cómo lo hace?;
¡bastará sólo el desnudo coraje!



Huye, 
mimetízate en la humeante brisa que anda llorosa
casi sin ropas, por poco desnuda…, 
sin escudos en el alma.


No deseo presenciar la flagelación que te harán;
al segundo tu abigarrado cabello salpicará el aire
asediado por el servil viento de la violencia;


 
restregarás tu destilado cuerpo por la noble tierra,
agobiado por la cadena obsesiva del ofendido odio

 
y el gélido metal en un raudo saludo te besará
proyectando el disparo del sediento resentimiento.


 
Soy un protagonista de la quinta pared,
falto de dignidad, no te defiendo, ¡soy un cobarde!,



mis ojos voltean para reclamarle a mi adentro;
mi cruenta indolencia de humano.

 


Sólo tengo el resuello para exclamar:
¡cobardes..., miserables...!



La violencia les otorga la fuerza de la razón
y mi corazón se desvanece en un ¡tictac…!
al descubrir en el éxtasis que quien te ataca…
¡Soy yo!



Todas las fotos usadas en esta entrada fueron tomadas de la web.
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