Ahora tengo los domingos para ti
con un largo pasillo de lamentos.
Mi mejor camisa me la he puesto para visitarte
y ni siquiera imagino que me ves por una hendidura.
Llevo ternuras blancas en la mano para una novia
¡sí!, esa enamorada que me desnudó al mundo.
Mi corazón se acelera al saber de su cercanía y,
el taxi se detiene, ¡y yo! bajo para encontrarte donde siempre.
Respiro profundo para alejar la nostalgia
y contemplo la viviente paz del lugar.
Trepo la empedrada calle anegada de llorosas pisadas
bajo el techo de la protección de los verdes robles.
¡Llego!, me arrodillo en las trincheras del recuerdo
donde las balas no rozan el perdón.
Coloco las flores en la verde hierba
y recito la oración que me enseñaste.
Cierro los ojos y toco mis mejillas
añorando tus callosas manos sobre mí.
Corro las cortinas para contemplarte en el patio
cuando tendías mis gastadas franelas al Sol.
Y por la noche con la luz de la Luna
impregnabas fragmentos de historias a mi almohada.
¡Y yo!, sólo pendiente de escaparme al juego
y la vida me regaló más ocasiones junto a ti.
¡Pero yo!, poco a poco aprendí en el errado camino
a lamer las mieles del que cree que todo es
eterno.
Un homenaje a la señora que un dìa nos diò la vida, nos cuidò en nuestro camino y nos enseñò lo que es ternura en cada paso que dimos a su lado, me quedo con estos versos de tu poema:
ResponderEliminar"Corro las cortinas para contemplarte en el patio
cuando tendías mis gastadas franelas al Sol.
Y por la noches con la luz de la Luna
impregnabas fragmentos de historias a mi almohada".
Hermoso poema y gran ternura, la que has puesto, en esos versos en homenaje a las madres.
un abrazo
fus
Muy conmovedor!!!!!
ResponderEliminarUn abrazo
En verdad tocante, Garla, más cuando ya no la tenemos en este mundo.
ResponderEliminarUn abrazo.
HD
Que huella más profunda dejan en nosotros. Incluso cuando no aciertan en enseñarte la vida ¿quien puede reprocharles nada? ¿donde está el manual de la perfecta madre?. Solamente por su cariño ya merece la pena esta vida. Un beso.
ResponderEliminarMuy bello y lleno de sensibilidad....un abrazo desde azpeitia
ResponderEliminar¡Ostras, qué preciosidad!
ResponderEliminarMenudo homenaje a todas y cada una de esas personas que nos dieron lo más importante que a un ser humano se le puede dar: la vida.
Eres un auténtico sol.
Un abrazo muy fuerte.
¡Buenísimo!tu pluma ha expresado con ternura los sentimientos que nos genera el primer y gran amor de nuestra vida.La que nos dio vida...
ResponderEliminarUn abrazo.
Que eres muy majete, solo venía a recordártelo.
ResponderEliminarUna belleza. Poesía impregnada de añoranza y nostálgia....
ResponderEliminarBesos.
Se siente la emoción anticipada del encuentro. Y cuánto llegamos a anhelarlo en la vida, siempre.
ResponderEliminarSaludos y un placer.
què bonito poema, las mamás siempre van a ser las que nos motiven y esten ahí de alguna manera.
ResponderEliminarSaludos.