El párvulo
Lava sus dientes y juega infantilmente
con la crema dentro de su boca… Lo invade el recuerdo de su padre, despliega en
su cabecita el último día que lo vio: fue en el auditorio del colegio… Actuaba
en la obra de teatro escolar, y el adulto, desde uno de los asientos de atrás,
le aportaba ánimo. Montado en ese escenario sentía vencer los miedos junto a su
héroe paternal… Caridad, entra al cuarto y lo sorprende en las nebulosas y, con
carácter maternal, lo apura, lo conduce hasta la cama y lo cobija para untarle
un beso en la frente. Ella se levanta y el párvulo ruega: “Mamá, ¡por favor!,
no apagues la luz”. Ella curva los labios en un verso de amor: “Hijito, sólo
son unas horas en mi trabajo… Hoy, prometo regresar antes de las 3…”. Se devuelve
para robarle afectos…, calorcito para las madrugadoras calles.
En la franja sombría…
…Contento por la compañía, se relame entre un
súper helado de chocolate que saborea entre carcajadas; sin aviso, sale
corriendo de la heladería como un loquito y detrás de él se escuchan gritos
para que se detenga, pues los vehículos en esa avenida circulan a gran
velocidad… El que viene a la zaga lo alcanza y, con sus fuertes manos, lo levanta
por detrás como un fideo y, en ese juego, el travieso se resiste perdiendo la
batalla. Ya en el semáforo, cruzan la calle…, las pupilas verde mar del
chiquillo brotan de sus órbitas al distinguir que un camión no ha parado en el
alto y… ¡Plof!... ¡Ummmummmummm!, despierta entre un
alarido ¡ayyy! En las pueriles gotas
de sudor, advierte que fue sólo una pesadilla y se levanta a buscar un poco de
agua: “… Así se curan esas malucas”,
le aconsejaba siempre su padre…
Del hado
Ya es media madrugada, flota en las calles el
vidrioso viento vestido de oscura capa y sombrero, y avanza lentamente entre
las caducas hojas de los encrespados árboles. Mientras, en la iluminada
habitación el zumbido de cinco moscas fastidia a Dieguito, trayéndolo a
empujones de vuelta al despertar. Como un pulpo boxeador, semidormido, lanza
manotazos para todos lados, fracasando en la misión de derribar a esos
insectos. Una prófuga risa en el exterior atrae por completo su inocente
atención; se levanta y advierte que su madre aún no ha llegado, detalla el
gigantesco reloj en el salón: 2:50…, arrastra sus blancos piecitos hasta la
sala y ese carcajeo detrás de la puerta se interrumpe para sonar: “¡Toc-toc…!”. En la curiosidad se va a
asomar por la ventana, se arrepiente y, presumiendo que es su madre, abre la
puerta y, ¡quien llamaba!..., era el destino que venía por él.
Minificciones 150 palabras
QUE HERMOSO POEMA!!!!GRACIAS,
ResponderEliminarLIDIA-LA ESCRIBA AUTORA
BLOG ACTUALIZADO
Me ha parecido interesante la forma de contar esta micro relato en tres pequeños capítulos concatenados...la parte que realmente me encantó mas que todas es la imagen del viento vestido de capa y sombrero negro cubriendo el cielo..lo he visto por el cielo ennegreciendo todo..
ResponderEliminarun beso...
Más que tres capítulos, yo los llamaría tres movimientos de una pequeña obra musical. Muy oscuros, pero con un mensaje contundente.
ResponderEliminarTe cuento esto mientras lo pienso, mi referencia musical se debió a que mientras lo leía, exactamente esto pasaba por mi cabeza:
Sleep with one eye open
Gripping your pillow tight
Exit light
Enter night
Take my hand
We're off to never never-land.
sí, "Enter Sandman", de Metallica.
Perdón, hoy estoy más delirante que de costumbre.
Un abrazo.
HD
gracias por regalarnos la sensibilidad de tu alma de poeta fusionada en bellisimas letras, besinos de esta amiga admiradora.
ResponderEliminarTres capítulos enhebrados en una historia conjunta.
ResponderEliminarBuenos micros Garla (me encanta el primero por su ternura :-)
Besos
Tres relatos entrelazados en "la noche"... ¡Me han gustado MUCHO!!!!!! Golpean en nuestro interior (eso es bueno... señal que HAN llegado a destino)
ResponderEliminarUn beso grande, Garla!!!
Tres pedazos de vida nocturnas y no se con cual quedarme....serà posible que no cual me ha gustado mas?....cuando lo sepa te lo dirè...un fuerte abrazo
ResponderEliminarfus
Es en el segundo pasaje en la lectura (que no en el tiempo) donde el destino se oscurece para llamar a la puerta.
ResponderEliminarSe queda todo colgando de una pesadumbre espesa.
De diez...
Besos
muy bueno
ResponderEliminarMe encantaron los relatos!!!! cada uno con su "detalle especial"
ResponderEliminarun abrazo
Hoy quise venir con tiempo suficiente para saborear-te.
ResponderEliminarHistorias de niños solos, luchando por sobrevivir.
Me has fascinado con estas tres historias relacionadas con niños. Viendo y leyendo la ternura que sugieres en cada palabra, no puedo por menos que quedar rendida ante ti.
Te felicito porque me has conmovido con ese niño que espera a la mamá que tiene que trabajar hasta tarde; por ese sueño con helados (¿quién no ha tenido un sueño con esas cosas?)...
Gracias, por ser tan especial.
Un besazo, rey.
Creo que has ligado bien unas visiones de la niñez en la noche: temores, fragilidad, fantasía, soledad, necesidad de presencia de quien tiene depositada la protección (madre o padre)...
ResponderEliminarYo he entrado bien en el ambiente y el marco que dibujabas con tus letras, si bien hay algún problema de claridad expositiva en algún punto (o así lo veo yo), y además tengo cierta aversión a la narración desde el punto de vista omniesciente (pero esto es un tema muy personal). A pesar de los "peros" mencionados, me gustaron los relatos porque tienen fuerza, eso es indudable.
Un gran abrazo, Garla.
Me ha encantado el relato, plagado de bellas metáforas.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Me han encantado!
ResponderEliminarTiene que ser complicado transmitir tanto en un microrrelato. El suspense, las pinceladas exactas sobre la vida de sus personajes, ¡¡la ternura!!
"Ella tornó los labios en un verso de amor" y todo lo que se infiere , me parece el momento más solitario del mundo
Un abrazo , gracias por tus palabras ;)