Esta
noche salvaje la encapsulamos
en
cada gota de sudor de nuestros cuerpos
como
un baño en perfume de sentimientos
le
guardamos en lo profundo del te quiero.
La
negrura bañó nuestros continentes
con
su aire de extensión ilimitada
nos
extasiamos en el virus de los fluidos
que brotaron de lo natural.
Penetrando
el infinito de los sentidos
adyacentes
a tu respirar de mariposa
llamaradas
de aire que evocan
el
vaivén ardiente de los cuerpos.
Quedamos
exhaustos de placer
y
los sentimientos no huyeron a tal juego
se
quedaron a acompañarnos
para
volar en lo mágico de las emociones.
En
la briosa corrida nos estrechamos
siendo
un solo elemento…,
¡tuyo
mi corazón!,
¡tuyo
todo mi amor!