En
la parte más desconocida del infinito océano
las
fuertes corrientes nos arrastran
cual
inmensos ríos submarinos,
parecemos
una ola abrazando el mar.
Embalados
en neopreno y mágicas caretas de
mariposas
inventamos
nuestro reino debajo de aguas añiles y saladas,
te
abrazo para mostrarte el bosque de mi alma
y
nos besamos en lo eterno respirando adentro.
Explorando
un oasis subacuático y sereno
la
fotografía digital envidia nuestras pupilas,
al
avanzar aleteando entre refulgentes escamas
y
llegamos a regiones profundas y pintorescas.
Acaricio
tu cabello de una medusa sin veneno,
buceamos
ávidos buscando desafiantes,
los
naufragios de los corazones errantes
en
un universo totalmente nuevo.
El
agua nos revela secretos mientras exploramos sitios
del
pasado y presente,
y
entre canteras y arrecifes, veo criaturas sorprendentes
en esta geometría tridimensional.
Los
misterios y la belleza del mundo acuático
son
una eyaculación de mi viva imaginación
escrita
en un poema de aguas abiertas
donde
deseo habitar dentro de ellas…,
¡para
contemplar el mar!…
besando
el sol con sabor a durazno
y
alzar un refugio en el celeste,
de
cálidos paisajes coralígenos.